La Amazonia colombiana comprende más de la tercera parte del territorio nacional. Sus profusos bosques de selva tropical húmeda se extienden sobre los departamentos de Amazonas, Putumayo, Caquetá, Guainía, Guaviare y Vaupés y parte de Meta, Vichada y Cauca.
La diversidad de sus paisajes responde a los cambios estacionales de los principales ríos (Amazonas, Caquetá, Putumayo, Guaviare, Vichada, Apaporis, Inírida y Vaupés), los cuales cumplen un papel fundamental en la vida de la población humana, en el desarrollo económico de las principales ciudades y sobre todo en la misma sostenibilidad de la Amazonia.
Cuenta con cientos de especies de aves, anfibios, reptiles, mamíferos, peces, insectos, árboles, plantas y flores, incluso muchas aún sin clasificar. Pero además de su diversidad biológica, la región Amazónica se caracteriza también por la diversidad cultural. En los centros urbanos convergen pobladores colonos, indígenas y mestizos, creando un singular contexto de interculturalidad en torno al cual se construye y reconstruye cotidianamente el imaginario de esta región. Sin embargo, muchas comunidades indígenas están asentadas en diferentes lugares del territorio amazónico, y se caracterizan porque aún conservan sus ritos tradicionales, lenguas, mitos y leyendas. Interactuar con ellas y conocer su diario vivir forma parte del encanto de visitar la Amazonia colombiana.
Otro de sus atractivos son los parques naturales, como el Cahuinari, el Río Puré y el Amacayacu. En todos hay una amplia oferta de servicios para recorrer senderos en la selva tropical, navegar por diferentes ríos (incluido el río Amazonas) y lagos, practicar deportes de aventura, visitar algunas comunidades indígenas, observar animales y degustar los exquisitos platos de la cocina amazónica.