El cabo de La Vela es uno de los destinos turísticos más visitados por colombianos y extranjeros. Está ubicado en el norte de la península de La Guajira (a 158 km de Riohacha) y se caracteriza por ser un lugar semidesértico, con inmensos salares y rodeado de fantásticas playas y asentamientos (rancherías) de la población indígena wayúu.
La puerta de entrada al cabo de La Vela es el municipio de Uribía, cuya plaza es reconocida por sus artesanías, pescados, chivos y curiosidades. Allí se encuentra la mayor parte de la población wayúu. Y hacia el oeste, está Manaure, lugar famoso por los salares y el Santuario de Fauna y Flora Los Flamencos. Muy cerca de Manaure está el Parque Nacional Natural Serranía de Macuira, peculiar en esta región porque allí no solo hay bosque seco tropical, selvas y bosques montañosos, sino también un bosque enano nublado.
A una hora del cabo de La Vela está la pequeña colina Pilón de Azúcar, desde donde se puede apreciar el espectacular paisaje que lo enmarca. Su playa es una de las más hermosas de esta zona, pues está bañada por aguas cristalinas y la arena es de color miel. Pero desde la cima El Faro se pueden divisar dos playas muy atractivas: Ojo de Agua, reconocida por el pequeño nacimiento de agua que tiene y por sus acantilados; y El Cabo, donde hay rancherías, restaurantes y tiendas de tejidos que los indígenas elaboran a mano y en los que dejan plasmado su conocimiento ancestral e interpretación del entorno.
